Lluis de Turiellos

Y un poeta orixinal, que ye una categoría a parte que dexa güelga propia nel camín de les lletres, que yá ye abondo. (Munches gracies, Lluis)

miércoles, 9 de enero de 2013

¡TIÉNENME MUI FARTU!


Pretendí darme de baja,
darme de baja, de todo,
del gas, la luz, la mortaja,
de la turbia agua con lodo.

Seguro y comunidad,
del DNI y la cartilla;
que es una barbaridad,
glosaron en ventanilla.

A fin de no dejar rastro,
acudí al ayuntamiento,
para abolir el catastro,
mas me contaron un cuento.

Como en otros organismos,
una amable señorita,
de idénticos mecanismos,
me encomendó pedir cita.

Inmerso en ese proceso,
un proceso telefónico,
me encontraba sin progreso,
en estado catatónico.

En un ulterior intento,
pusieron el Vals de las Olas
para ahogar mi sufrimiento,
y a poco me asfixio a solas.

Sin prosperar la llamada,
me fui a Atención al Paciente,
se lo expuse a la encargada,


y rumió que era un demente.

Me acerqué hasta el ministerio,
por ser tema burocrático,
que definió cual misterio,
un funcionario antipático.

Que buscara un abogado,
añadió ese subalterno;
por aparcar en el vado,
querían dejarme interno.

Me espetó un parasicólogo
que, para cerrar la herida,
consultara a un ginecólogo,
    al ser una gran parida.

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