Un tarde ardiente y parda
de estío. Los colegiales
contemplan a la avutarda
sobrevolar los fangales.
Sendas fotos, en la clase,
de Mariano y del Monarca,
lánguidos por el desfase
que ha desocupado el arca.
Con timbre hueco y sonoro,
truena Merkel, la maestra,
otro ajuste para el foro
y el “todos a la palestra”.
Pero el tutor de Cultura,
que no atiende a la lección,
subvenciona la tortura
del toro en la depresión.
Una tarde ardiente y acre
de hastío, los mayorales,
con destino a su masacre,
velan a los animales.
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