Ayer no se pudo evitar lo inevitable, quizás mañana adquieran conciencia...
Concluyó la concentración de Callao contra el suplicio del Toro de la Vega, en tanto que una mujer, inmóvil, lloraba de impotencia...
Es la España varada en el pasado
de bestias que torturan cada día
de ferias y barbarie en tropelía
por vegas que desangran al astado.
Por humanas hormigas lanceado
que lo hostigan por miles en jauría,
impidiendo escapar de la agonía
que sufre el inocente horrorizado.
La España que sonroja las mejillas
hoy reincide de nuevo en el abuso,
la España que procura pesadillas
se aferra a un cruel martirio que en desuso,
deshonra la conciencia en Tordesillas,
obviando la razón, el fiero obtuso.
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