Non, nun escaecí espublizar daqué en castellán…
Caninos de cordillera
guardan tu piel
esmeralda,
lágrimas de primavera
resbalan
sobre tu espalda.
Atesorando lagunas,
fluyendo venas
riadas,
entre verdes sombras brunas,
a la mar de
marejadas.
Agua, monte, mar y
viento,
cavernas de tus
entrañas,
donde sofoca el
lamento,
ese umbral de las
Españas.
Donde la piedra es
historia
y la lluvia,
sinfonía,
con la Cruz de la
Victoria,
conmemorando aquel
día.
Sarpullido de
tejados,
de hórreos, paneras y
casas,
entre grises y encarnados,
fauna y flora en
biomasas.
Negra mina, nieve
blanca,
azul que la nube atrapa,
niebla que en el
valle estanca,
rebaño que se
agazapa.
El recuerdo en el
ambiente,
el ambiente en el
recuerdo,
la hermosura es
insolente,
y en su regazo me
pierdo.
Mitos, tradición y
lengua,
ese etéreo paroxismo,
asola el humano y mengua,
con su feroz egoísmo.
Mantengámonos alerta,
defiende esta maravilla,
no dejes que se
convierta
en infecta
alcantarilla.
Fiesta, labor y
paisaje,
que la beldad precipita,
es mi verso un
homenaje
a nuestra Asturias
bendita.
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