La de un taxi cada
día,
la que tiene tantos
humos,
hoy va en metro por
la vía
y reduce los
consumos.
La de la casa en
Vallecas,
no en el barrio
Salamanca,
la que ignoraba
hipotecas,
se está quedando sin
blanca.
Esta crisis galopante
a muchos los reubica,
mientras que medra el
mangante
y su caudal
multiplica.
En tanto nos suben
todo,
bajan pensión y
jornal,
nos sumergen en el
lodo
y el futuro pinta
mal.
De tanto apretar la
cuerda,
puede llegar a
romper,
toda medida se
acuerda,
jamás se debe
imponer.
Si exigen los de la
Troika,
mandémoslos a
Laponia,
con su instrucción
paranoica,
ya está bien de
parsimonia,
de mentiras y de
abusos,
ya que somos
ciudadanos,
ni vasallos, ni
reclusos,
si bien, siempre, los
paganos.
La del taxi cada día,
la que nunca escatimaba,
yo creo que se
uniría,
se acabó lo que se daba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario