Me lo ha contado esa
anciana,
esa abuelita
encantada:
“Este muñeco de lana
me lo ha regalado un
hada”.
El juguete de
ganchillo,
de labios de
terciopelo,
sonríe como un
chiquillo,
nació estrellado del
cielo.
A sus ojos mira
atenta,
cobijándolo a su
lado,
después, lo abraza
contenta,
en abrazo de bordado.
Canta y ríe, ríe y
canta,
al monigote de
encaje,
pelele vudú que
espanta,
le espanta cualquier
ultraje.
¡Hola guapa!, ¡hola
vecina!,
mira mi muñeco amigo,
mira que puntilla
fina,
siempre vivirá
conmigo.
Él me hace compañía,
todos mis dolores
palia,
me acaricia todo el
día,
su dulce piel de La Dalia.
Entre las sillas de
ruedas,
cabriola de mano en
mano.
Reposarás cuando
puedas,
títere lanudo enano.
¿Y sabes como se
llama?,
no lo sé, no ha dicho
nada,
duerme junto a mí en
la cama,
me lo ha regalado un
hada.
(De mi colección "Jugando con poemas")
No hay comentarios:
Publicar un comentario